Deja de aprender

Lo que te voy a contar en este post lo descubrí después de muchos años encerrado.

Sí encerrado en mi intelecto.

En el colegio nos enseñan a memorizar, a leer y estudiar mucho para superar exámenes.

Y así mismo pretendemos solucionar nuestros problemas y despertar, aprendiendo cómo se hace.

Nos pasamos media vida viendo vídeos de Youtube, leyendo muchos libros, de diferentes fuentes, yendo a charlas y seminarios, y conforme la búsqueda es mayor, más incansable es nuestra actividad.

Cada vez estamos más saturados y estresados.

Lo que sucede es que la mayor parte de las enseñanzas que encontramos en el mundo siguen siendo duales, porque en general se va con la idea de no producir rechazo. Ahora verás a qué me refiero…

Nuestro piloto automático de aprendizaje siempre surge, y eso hace que utilicemos el pasado, lo conocido para que mediante comparaciones y asociaciones encaje una nueva información.

Este aprendizaje se lleva cabo con la mente analítica, y la raíz de esta es el miedo.

La mente analítica nos sirve para el mundo artificial que hemos construido, pero no nos sirve para volver a nuestra esencia, para el autoconocimiento.

Para esto se requieren cumplir determinadas condiciones.

No puede haber un encuentro con el verdadero Ser eligiendo como medio un sistema basado en el miedo. Porque en el miedo ya está implícita la decisión de no encontrar.

Recurrimos al tiempo, a la experiencia pasada porque no creemos que todo lo necesario vaya a estar en el momento presente.

Existe una ley espiritual que se denomina «principio de correspondencia». Aquella que te dice como es arriba es abajo, como es adentro es afuera.

Para este caso, la condición del Ser debe cumplirse para ser experimentada, o mejor dicho, no puede conocer a tu Ser con miedo.

Por ende, de cara a tener experiencias espirituales, para aprender aquello que no se ve, se necesita un cambio de chip, un switch.

Recuperar la capacidad de sorprendernos, aproximándonos al conocimiento de lo que no vemos desde la fe inocente de un niño.

Necesitamos cambiar la forma en como «aprendemos». Y observar, como decía antes, nuestras defensas, auto-observarnos y traspasar el miedo.

Por eso yo siempre digo que hay un aspecto que siempre queda por encima del aprendizaje: la auto-observación.

De acuerdo a Un Curso de Milagros:

“Lo que la percepción ve y oye parece real porque solo admite en la conciencia aquello que concuerda con los deseos del perceptor.”

Por tanto, se requiere la apertura necesaria para que LA PERFECCIÓN pueda ser hecha en nosotros. Para cambiar esos deseos a fin de que podamos aprender la verdad.

Bajar nuestras defensas con una decisión firme de querer VER, es decir, con voluntad, y con la HONESTIDAD de que en realidad no se sabe.

Porque cuando no estamos dispuestos a desechar lo viejo, yendo con esa APERTURA, pretendemos enseñar nosotros a la vida. Ella es la MAESTRA, no nosotros.

Pero no nos damos cuenta de esto. Porque seguimos viviendo en la mentira de que “tienes que hacerte a ti mismo”*.

No reconocemos que siempre existe algo que nos transciende, que rompe nuestros esquemas (siempre para bien), y que no podemos conocerlo si no hay RESPETO de nuestra parte.

Porque a pesar de que nuestra vida sea un enredo (lo reconozcamos o no) creemos que sabemos.

Por eso entre las condiciones que se deben cumplir antes en la aproximación al conocimiento se requiere HUMILDAD.

DEVOCIÓN por eso que está más allá entre el SILENCIO del momento.

Sumergirnos en ese SILENCIO es lo que verdaderamente enseña.

Lo demás son programas y actualizaciones de estos programas que siempre se quedan fuera de la experiencia que buscamos.

Por eso digo que dejemos de aprender, para que pongamos el miedo en cuarentena para que podamos experimentar.

Porque cuando experimentamos, cuando estamos en contacto con la vida, ahí si hay un verdadero aprendizaje, el aprendizaje del corazón. 

Este se basa en la aceptación de que ya todo es perfecto, no hay nada que demostrar, buscar o perseguir, arreglar o solucionar. No depende de lo que vaya a pasar.

Así que te invito a que pongas la intención en ello, y para reforzar tu compromiso, si lo sientes, déjame un comentario en el post.

Como siempre, gracias por tu tiempo.

* A propósito de esto, recordé que esa es la mejor enseñanza de los discursos de Sr. Schwarzenegger. Aquí os dejo un enlace.