Ricardo-meditando-noche-oscura-del-alma

Mi noche oscura del alma podría decirse que surgió a partir de una primera experiencia de despertar que tuve a raíz de tomar ayahuasca. Tuve experiencias místicas que me conectaron con la verdad de lo que somos. Con eso que siempre había estado buscando. Sin tener ningún conocimiento sobre espiritualidad llegué al Yo Soy, pero antes de eso, pasé por lo que no soy. Pasé mucho miedo, pero al superarlo llegó la luz.

En esa noche tuve la sensación de pasar por todo el proceso del despertar, fue como un fractal del despertar vivido en una sola noche, el cual se repite en la experiencia del espacio-tiempo que vivimos. Recuerdo que hubo mucha respiración. Me quedé solo con mi respiración, el agradecer del último álito de vida antes de morir. En un momento dado algo cambió.

Seguido a esa etapa de despertar y de luz, volví a la tierra pero con una hipersensibilidad, como algunos de vosotros habéis compartido. Experiencias del dolor de la humanidad, o mejor dicho, de la mente humana separada de su fuente. Simplemente con verlo, te abres a ello, y los que te rodean se sanan con tu mirada.

Siempre es así. Una toma de conciencia del dolor que produce seguir perpetuando las mismos pensamientos. Y solo así aparecen las alternativas. Solo esta fuerza de la oscuridad nos impulsa hacia la luz. A base de estos movimientos se genera toda la vida en nuestro plano. También lo experimenté con el dolor de la madre tierra. Después de esa fase de dolor compartido, viene la entrada en la unidad, el lenguaje común de todo lo que existe, el amor, y en transciendes también el nivel de conciencia dual.

Al volver a este plano y haber tenido esa experiencia de luz, y contrastar con la experiencia contraria en este plano (durante la noche oscura del alma), surge la rabia y la ira. La rabia para sacar recursos para el despertar, y la ira es la emoción que provoca la separación. Ambas son para reafirmar la voluntad de despertar, que es el primer requisito para ello. En realidad es todo el requisito necesario, así de amoroso está diseñado el universo, pero no nos damos cuenta de que al voluntad que estamos emitiendo. El último paso no depende de nosotros y ahí el ego se mete resistiéndose.

Después de las experiencias de paz y luz, y de la sensibilidad, con la que puedes sanar, al volver a este plano surge la confusión. Una confusión que te hace dudar de cuál es la realidad. ¿Es la solo la luz como experimentaste o es el mundo falso que ves ahora?

Para mí esta es la etapa más dolorosa del proceso de despertar. Ya no sabes donde vives ni donde estás. Es por eso que habiendo perdido el marco de referencia sobre el que vivir, comencé a escribir un libro. En él reuní todo el conocimiento espiritual y metafísico interconectado, porque las lagunas de conocimiento me dejaban siempre inquieto en ese vacío de no saber qué es real y qué no. Este punto es muy delicado. Se junta todo, la nostalgia, el sufrimiento en ti mismo del mundo (la humanidad), ver a tus seres queridos dormidos, ya no como seres especiales en tu vida, sino cumpliendo un determinado papel. Creo que cuanto más es el nivel de conciencia más sentido pierde la visión mundana y más difícil es estabilizarte.

Con todo ello, en ese momento sentí que necesitaba una cuarentena de todo mi entorno, y comencé a viajar y a escribir todo aquello a lo que llegaba en claro. Vas escuchando que si karma, unidad, ley del espejo, atracción, energía universal, etc… pero no sabes la relación que hay entre todo ello y al final no tienes nada claro, a menos que lo vayas experimentando en ti mismo, enfoques la atención adentro y se vaya todo reorganizando solito. Así que en ese sentido ya me aclaré bastante y estuve durante bastante tiempo aprendiendo del conocimiento que había en mi interior. Pasé una buena época viviendo mi espiritualidad nuevamente con las plantas, y el mundo de los chamanes. Lo más cerca del paraíso, y la visión que tengo de la mejor manera de vivir en este plano, lejos de las comodidades que nos aprisionan, el consumismo, el lava – cerebros, política, la ignorancia, y las falsas democracias. ¿Cómo vivir con todo eso ahora? Y ¿cómo aguantar verte tener que pasar por el aro ante tanta mentira?

Y así, cuando vuelves a ver a tu familia, vuelves a meterte en el tiempo. Porque convives con una realidad sin haberte liberado de ella. Con apegos tan fuertes como los del dinero, la seguridad, el futuro, el quedar bien… Comienzan los ciclos de sueños y despertar. Y esta etapa ya es más duradera, y no sabes hasta cuando habrá ya un despertar sostenido.

Ahora siento que vi casi todo lo que tenía que ver, en parte, gracias a la medicina y el uso de Un Curso de Milagros como guía. Al menos he visto hacia donde nos dirigimos y el pensamiento ilimitado que podemos alcanzar.

Creo que las sustancias nos permiten limpiarnos de todas las energías negativas. Limpian de raíz, pero pronto esas energías vuelven porque en el estado ordinario de conciencia hay todavía apegos, creencias y memorias que dan la bienvenida a la oscuridad. Esa oscuridad tiene que observarse, tomando una decisión de dejarla estar ahí, y manteniéndote firme. Así se van creando nuevas redes neuronales y así vamos cerrando los espacios de oscuridad que nos dominan con el miedo nuestra vida.

Al final de lo que se trata es de soltar todo control. Sufrimos porque creemos saber. En los momentos en que me he sentido conectado todo se resuelve, aunque no tengas seguridad de nada. Confías porque vibras en el amor. Una vez tomas ese camino, ya te toca seguir adelante, pero el miedo del colectivo te arrastra. Te peleas con el sistema porque nos induce a vivir dormidos. Digamos que esta fase es una repetición de lo anterior expandido, algo más global.