La generosidad como palanca de crecimiento

Este post lo he llamado “La generosidad como palanca de crecimiento”, porque quisiera apelar a la necesidad de dar y compartir la consciencia espiritual para experimentar el conocimiento. El conocimiento es aquel que es independiente del tiempo y de la manera en que percibimos en estados normales de conciencia. El conocimiento es lo que se enseña a través de las fuentes de sabiduría, y es aquello en lo que podemos confiar por representar la verdad más elevada de nosotros mismos. El conocimiento se experimenta, y es en esos términos en los que se expresan los testimonios de personas que finalmente dieron un salto en su nivel de experiencia hacia lo divino.

Este post es para aquellos que ya han tenido experiencias de lo espiritual y están convencidos de que hay algo más allá del mundo que vemos. Sin embargo, no consiguen experimentar el conocimiento, ni encontrar respuestas a determinados hechos de nuestro mundo, tales como la muerte fortuita de un ser querido, una violación, la traición de un familiar, la enfermedad de un niño, o tener que trabajar la mayor parte de nuestra vida para finalmente morir. Qué poco sentido tiene esto último ¿no?

Como decía, muchas veces nos vemos insatisfechos con las preguntas que nos hacemos a través de los ojos con los que miramos el mundo. No nos convencen y esto genera una duda interna. En realidad, cuando un cúmulo de situaciones no comprendemos y suceden en poco tiempo, podemos llegar a la conclusión de que la vida no tiene sentido, pero debemos recordar que es sólo una interpretación que estamos haciendo, carente de verdad.

La falta de un verdadero conocimiento que explique cómo son las cosas, va generando una incomodidad interna, un anhelo, y la duda acerca de cómo son las cosas va creciendo en nuestro interior. Cuando esto sucede, no son malas noticias, al contrario, es el alma llamando a la esencia del Ser que somos. Nos volvemos más sensibles al no saber dar respuestas certeras ante lo que nos encontramos, hasta llegar incluso a pasar por una etapa que se denomina «la noche oscura del alma». Ante esta misma tesitura me encontré un día, y llegué a la siguiente conclusión:

“Cómo hablar de confianza e ignorar lo que somos”

Hay determinados hechos e injusticias a la que no encontramos un sentido. Pero sí sabemos que determinadas personas, a través de determinadas experiencias de dolor y sufrimiento, han encontrado un nuevo sentido a la vida. Recordamos por ejemplo hace algo más de un año el caso de Pablo Ráez, quien dió a conocer su historia de lucha contra la leucemia, y que dió un sentido a su vida mediante concienciar a la sociedad de la necesidad de disponer de más donantes de médula ósea. Su historia fue inspiradora y todos nos vemos reflejados en él.

La confianza no nace desde un modelo de la realidad que no se auto – sustenta en todas las ocasiones. No podemos confiar en un sistema de pensamiento que a veces es verdad y a veces no. En este sentido, tampoco podemos confiar en nuestra percepción, pues como veremos más abajo, este no es más que la extensión de los pensamientos y no sirven para objetivar las situaciones.

El Ser humano no está separado entre las diferentes individualidades que lo conforman ni está separado del resto de la materia. Somos vida, y formamos una Unidad. Nuestra naturaleza es simplemente amar, de igual manera que la función de un romero es ser un romero, o un jazmín es ser un jazmín, no un romero. El Ser humano está hecho para dar y expandir el amor, pero primero es necesario purificar nuestros sentidos porque partimos de ver sólo cuerpos separados unos de otros. Por ello es necesario trabajar el perdón, para ir más allá de la percepción de los sentidos. Nuestra naturaleza es dar a los demás.

Cuando la mente es capaz de entender que no es un cuerpo, cuando cree firmemente que somos espíritu, y aprendemos que Dios sólo sabe dar, establecemos los ingredientes para la paz interior y la abundancia. Cuando nos sentimos abundantes, somos conscientes de que lo tenemos todo, y entonces nace en nosotros la caridad y la compasión por los demás. Pero antes de llegar a este punto, es necesario romper muchas barreras y resistencias que nuestro ego interpondrá para reconocer que nosotros también formamos parte de la vida, y que en nosotros está también la misma inteligencia organizadora de la naturaleza. La vida no nos pertenece, y es por esto mismo por lo que traemos con nosotros mismos todo lo necesario para el viaje terrenal.

Pero nos es muy difícil tener certeza sobre lo que no se ve, porque hay creencias del inconsciente colectivo que son necesarias liberar; el tan archiconocido “si no lo veo, no lo creo”, por ejemplo, o lo de que para llegar a Dios hay que ser pobre o depender del sacramento de la confesión, el cual se sustenta en la culpa.

Por su parte, la falta de estudios filosóficos y humanistas, especialmente en aquellos que estudiaron carreras de cortes científicos, como es mi caso, dificultan la aproximación a la Verdad. Un experimento de física cuántica que serviría para esto mismo es el principio de incertidumbre de Heinseberg, donde se explica también en este documental de física cuántica. La física cuántica es la parte de la ciencia que está empezando a conectar todo, incluyendo lo no visible, desde el análisis del mundo microscópico.

El acercamiento que especialmente hemos tenido en el mundo moderno hacia la espiritualidad, desde la infancia, fue en general a través de la iglesia católica, y esta, en general no aclara muchas de las interpretaciones del inconsciente colectivo, las cuales muchas de ellas carecían de sentido para la gente, y por ende, hay mucha gente agnóstica que no explora otros acercamientos de lo no visible.

Algunas lecciones que son necesarias rectificar es por ejemplo, la relación de la espiritualidad con el sufrimiento, las represalias de Dios, la pobreza, la culpa o el castigo. No es cierto por ejemplo que Dios pusiera a prueba a Adán y Eva con el árbol del conocimiento, o que fuimos expulsados del paraíso por comer del fruto del árbol prohibido. O que la salvación vino con la crucifixión, implicando la idea de la culpabilidad y el sufrimiento para llegar a Dios. Esto fue un acto del hombre ante su ignorancia, por eso Jesús decía aquello de “perdónalos señor, no saben lo que hacen”. Y a los cuarenta días y cuarenta noches, Dios resucitó a su hijo Jesús entre los muertos, por lo tanto, en la muerte del cuerpo, o la creencia de que somos el cuerpo, reside en realidad la salvación del hombre.

En el significado de la imagen que observamos en el Bhagavad Gita, también podemos ver reflejado lo expuesto:

la generosidad como fuente de crecimiento sanando al ser retiros espirituales en levante

Los caballos representan los sentidos del ser humano, mientras que las riendas son los pensamientos. El carro es el cuerpo. En él hay dos personajes, el ser individual, el ego, quien es conducido, y Krisna, el Ser Supremo de la sabiduría védica, Dios mismo, el que conduce. Si no permitimos ser conducidos por Dios, por la voz de la fuente que nos creó, esa voz que resuena en nuestra alma, daremos rienda suelta a los sentidos, pues nuestra mente es inquieta y cambiante. Dependemos del cochero, de la conexión de los pensamientos (las riendas) con Dios, para aplicar el discernimiento para asegurar la mejor ruta en la vida. Sin el guía que conduzca el carro, no existe discernimiento y vamos a la deriva a través de la mente.

Para poder separar lo verdadero de lo falso es necesario dejar las riendas de nuestra vida a la música que suena en nuestro corazón, y de esa manera, seremos conducidos por la divinidad. Viviremos conforme a la nuestra naturaleza que es espíritu, más allá del nacimiento, muerte, enfermedad y vejez, que es la visión fundamental que tiene nuestro estado normal de conciencia.

Vivimos identificados con nuestros pensamientos, sin saber que no somos nuestros pensamientos. Y a pesar de que existen algunos seres humanos lúcidos que viven consagrados a que el resto despertemos, nos cuesta mucho avanzar. Y parte de este problema es porque nos auto – limitamos, queriendo ver afuera todo el rato, al querer entender a través de los sentidos. Utilizando la descripción de la imagen anterior, es como conducir el carro por parte del ser individual, el ego. Por eso es necesario dedicarnos tiempo a nosotros mismos, para aquietar la mente, estudiar sabiduría y experimentar en el instante presente, lo que somos.

“La palabra fraguada en el silencio hace Diana en el ser”

Por muchos maestros espirituales que se sigan, si luego en el día a día no queremos aplicar los métodos que conocemos para poner a prueba lo que nos dicen, no conseguirás experimentar el conocimiento.

La ciencia nos dice que para que algo sea real esta debe ser independiente del sujeto que la percibe, pero la verdad es otra mucho más elevada, tal y cómo está demostrando cada vez más la física cuántica. A nivel microscópico, y como queda demostrado en el experimento de Heinseberg ya está demostrada que la realidad es intrínsecamente subjetiva. Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera, esto significa que si a nivel microscópico esto es así, tiene que ser también así a nivel macro. Mi opinión es que todavía no estamos preparados para aceptarlo y por ello, no lo experimentamos en la práctica, porque la creencia de que estamos separados aún es dominante.

No estamos condenados a vivir en automático en función de lo que vemos. Podemos decidir qué queremos que suceda según que situaciones. Todo está dentro de nosotros. El mundo que percibimos es una proyección de lo que está dentro de nosotros, pero este cambio de chip es muy difícil de realizar, no porque sea difícil en sí, sino porque nuestro modelo acerca del mundo choca frontalmente con esta idea. Es como cuando en la antigüedad pensaban que el sol giraba alrededor de la tierra, o que las espinacas tienen un alto contenido en hierro.

Invertir el sistema de pensamiento no es algo que pueda hacerse de la noche a la mañana, salvo en determinadas excepciones en las que sucede un salto cuántico en la conciencia de una persona. Esto es lo que sucedió a determinados maestros tales como Eckhart Tolle o Wayne Dyer. Lo habitual es tener que hacer ese cambio mediante la transcendencia de multitud de creencias que nos han hecho sentirnos seguros en nuestra existencia, la existencia del tiempo, el propósito de la vida tal y cómo lo concebimos desde el Ego etc…

Ser valiente y embarcarse en una búsqueda que dé respuestas a estas preguntas no sólo tiene sentido sino que es nuestro deber, haciendo conocido lo desconocido.

Si supiéramos que siempre existimos, en la eternidad, en un presente eterno. Dónde recordáramos que soy el que decide la experiencia que quiero tener, y la experiencia en sí. Si el miedo fuera una pesadilla que sucedió en un rápido instante, y que no existe en el ahora. Si pudiéramos apreciar nuestra existencia como lo que es, un regalo de lo divino. Si pudieramos entender que el modo que tengo de conocerme es a través de los demás, y que sólo existen por así decirlo, dos acciones posibles, disfrutar y evolucionar a través del aprendizaje que me proporciona la experiencia en el instante presente. Si pudiéramos entender que todo aquel que no experimenta amor es una oportunidad de ver la luz que hay en él para que este se re-cree. Si tuviéramos claro que nuestra función es dar amor, de la misma manera que las plantas nos dan el oxígeno que respiramos, o el cielo el agua para la vida, sería posible parar esta epidemia de confusión, estrés, y desconexión con quienes somos realmente.

Todos somos hijos de la creación, y no hay nadie que sea más o menos que otro, somos lo mismo. Somos un único Ser y no estamos separados y estamos destinados a que brote el amor alrededor nuestro, como la vida brota en perfecta armonía en la naturaleza. Pero hay algo que los seres humanos podemos hacer frente a otros seres vivos, y es negar la realidad presente.

Con la mente dual, en el estado normal de conciencia, aparece lo que consideramos como bueno o malo, aparece el juicio, y esa es la manera de rechazar la realidad, la unidad donde todo está interconectado y todo es lo mismo. No hay diferencias.

No importa si la realidad tiene que ver con tristeza o dolor, no somos quienes para negar que suceda. Es la arrogancia del hombre la que se cree que puede ser selectivo con la realidad que le toca vivir. Lo único que hace la vida es invitarte a aprender para que puedas ser feliz, y esto es algo que nunca puedes perder.

Ciertamente, adentrarse en la espiritualidad supone un cambio en la forma de vivir de ciento ochenta grados, pero estamos juntos en esto, y cada vez somos más los que lo entendemos, y hacemos uso de nuestro poder para hacer un mundo más respetuoso con el medio ambiente, con los animales y con el prójimo, es decir, con toda la creación. Cuando mantenemos en nuestra mente la conciencia lo que es realmente la vida, un milagro y un regalo del Cielo, cuando vivimos en la presencia de Dios.

Nada que no entendamos desde la óptica de lo mundano, no puede explicarse porque no es real. Todos somos inocentes y nuestra salvación es ser descubrir la luz que somos para revelarla ante los demás. Mientras percibamos otra cosa que no sea luz en los demás, necesitamos seguir sanando, y la manera de hacerlo es purificando la percepción, con el perdón.

Somos amor, y quien no refleje eso que somos, está pidiendo amor, necesita reconocerse. Todo lo que podemos hacer es recordar lo que somos sirviendo de inspiración a través de nuestro ejemplo. Entonces, a estas alturas te pregunto:

¿Quieres llevar razón o quieres la paz?

¿Quieres llevar razón o quieres perdonar?

Perdonar no significa perdonar a otro. Perdonar es ver más allá de una interpretación. Es comprender el error que tenemos de sentirnos incompletos y separados, reconocerse uno mismo como lo que Es, y desarrollar la compasión por los demás. Es en este sentido por lo que con este post hago un -llamamiento especial a la generosidad-, ser generosos para ver la luz en los demás, y dejar de alimentar a la humanidad con pensamientos de culpa, castigo, odio y separación. En su lugar, responsabilidad, compasión, solidaridad, colaboración, logro, superación e inspiración.

Qué conocimiento nos permite comenzar a despertar

Qué-conocimiento-nos-permite-empezar-a-despertar

Habremos oído muchas veces que el ego es como un sistema de defensa que surge en las primeras etapas de nuestra vida.

En un momento dado de nuestra vida cuando estamos siendo nosotros mismos, podemos interpretar que no estamos encajando.

Ya sea en nuestra familia o en la escuela, comenzamos a respirar el miedo del inconsciente colectivo, y comenzamos a aprender que separarnos de quienes somos debe ser el precio a pagar por vivir en medio de la extensa sociedad.

En esa transición del Ser al mundo del ego, abandonamos nuestros sueños dominados por el miedo de que siendo nosotros mismos no será posible sobrevivir. El esfuerzo arduo en el día a día, el sacrificio y la seguridad son valores implícitos en la nueva meta más «realista», basada muchas veces en una profesión que desde el punto de vista de la familia sea una apuesta más certera.

En ese ambiente de competitividad, invertimos gran cantidad de energía representando un personaje, tal como, “el trabajador”, “el inteligente”, “el perseverante”, “el fuerte”, “el poderoso”… siempre tratando de esconder aquello de lo que creo que carezco, como un secreto que es necesario ocultar para que los demás nos quieran. Pero, ¿qué pasaría si eso sólo fuese una interpretación, una ilusión? ¿Podrías por un momento admitir que esto pudiera ser así?

Lo cierto es que acabamos tan poseídos por el mundo externo que salir de la «ilusión» llega a ser muy difícil, porque estamos muy identificados con nuestro personaje, con nuestra historia personal, por el pasado. En mi caso esto me llevó a una sensación de vacío con la que terminé concluyendo:

“mi vida así no tiene sentido, debe haber otra forma”

… y de ahí surgió una búsqueda inaplazable.

Ahora escribo esto con la esperanza de que mi historia pueda servirles de inspiración a otros…

El conocimiento, ese que proviene de fuentes de sabiduría, nos revelan que -no existe diferencia entre lo que pensamos acerca del mundo y como vemos el mundo-. No hay separación. El universo es solamente inclusivo.

Esto hace que si estamos identificados con  nuestra historia personal, aunque deseemos cambiarla y la rechacemos, sigamos teniendo más de lo mismo. Y es que estamos tan distraídos con lo externo y tan dominados por el miedo que usamos nuestro poder para hundirnos a nosotros mismos, y esto sucede cuando confundimos lo que nos sucede como una causa ajena a nosotros. De esa manera el mundo externo termina por condicionar nuestra vida. 

Sin embargo, eso no tiene por qué ser así si aprendemos quienes somos y saber qué podemos hacer con lo que somos. La causa del mundo externo proviene de nosotros, y en todo momento podemos recrear otra experiencia de la realidad si apostamos por esto: que lo que vivimos afuera proviene de nuestro mundo interno. Lo invisible está antes de lo visible, y lo que percibimos es el resultado de lo que estamos siendo.

Puede que lleve un tiempo aceptar la posibilidad de que lo que aquí cuento es cierto. Sólo eso es necesario para comenzar. Puede ser el comienzo de una búsqueda espiritual que nos llevará inevitablemente a reconocer que somos los creadores de nuestra vida, de que no existen los demás porque todo el tiempo es una relación con uno mismo. No necesitas entenderlo. No tienes que creer en ello. Tan solo predispone a experimentarlo, abriendo la atención a ello. Este es el gran secreto que os quería compartir, y os invito a que lo experimentes por vosotros mismos.

Como resumen, es necesario darnos cuenta de que debemos invertir la manera en como funcionamos. No existe diferencia entre lo que pensamos acerca del mundo y como vemos el mundo. Nuestra falta de claridad al respecto podría ser nuestra falta de conciencia acerca de lo que pensamos, la inconsciente en nosotros. Nuestra dificultad de despertar es similar a explicarle a un pez qué es el agua. No es posible despertar si no vas dentro de ti a buscar las respuestas. Si hay algo que no te gusta en tu vida, ve adentro de ti. Es cuestión de un instante desarrollar la confianza y comenzar a reconocer que tú eres el mismo Creador.

Viajes espirituales con Ayahuasca para la resolución de problemas

En este post hablo sobre los viajes espirituales con Ayahuasca para la resolución de problemas.

La vida se rige por una serie de leyes espirituales, y una de estas es la Ley de causa y efecto.

Lo que percibimos en el mundo externo o mundo de las formas es el efecto de lo que está dentro de nosotros

En nuestro estado normal de conciencia, en nuestro día a día, no tenemos acceso a la información de nuestro inconsciente, y no es fácil aflorar su contenido.

La clave de la Ayahuasca es que permite la comprensión de los hechos que vivimos durante la toma gracias a los estados expandidos de consciencia, dónde el inconsciente se nos revela y podemos tener la claridad que estamos necesitando para saber qué decisiones son las que debo tomar para el buen camino en la vida.

Lo que nos suele suceder es sencillo. Al igual que sucedía cuando se pensaba que la tierra era plana, mantenemos la creencia de que nuestra realidad es independiente del sujeto que la percibe. Como se ha explicado, y como la física cuántica ya ha demostrado, -la realidad que percibimos no es independiente del sujeto que la percibe-.

Ignorar o no reconocer nuestro mundo interior nos impide encontrar la causa para cambiar la realidad que no nos gusta.

Como pensamos que lo único que existe es un mundo externo y que es independiente de nosotros, buscamos cambiar nuestra realidad ahí fuera. Esta falta de conocimiento nos lleva a ser ineficaces en nuestro buen caminar por la vida.

La Ayahuasca es uno de los Enteógenos que nos ofrece la posibilidad de experimentar la revelación de nuestro inconsciente, y comprobar la Ley de causa y efecto, y este será un valioso aprendizaje que podremos llevar a nuestro día a día para desenvolvernos mucho mejor.

Otra de las leyes espirituales es la Ley de correspondencia entre medios y fines, que es la que nos permite, junto con la Ley del desapego, aplicar la Ley de la atracción con las mejores garantías. Para llegar a manifestar aquello que queremos en nuestra vida, primero hay que ser y luego hacer. Puede parecer complicado su funcionamiento (Ley de la atracción), el tener que transformar nuestro Ser, dados los condicionamientos tan fuertes que tenemos con nuestro Ego.

Una de las claves que solemos pasar por alto para superar nuestros obstáculos es la aceptación de todas las emociones resentidas. Es la manera de transformar el Ser, y de que para conducirnos a un determinado objetivo podamos trascender los sentimientos limitantes por emociones positivas como la gratitud y vibrar en la abundancia.

La vida es aceptación, tanto de aquello que nos gusta como lo que no nos gusta. Cuando hay rechazo a sentir las emociones que nos corresponden para nuestro aprendizaje, la vida atrae las personas, situaciones y circunstancias, cada vez con mayor intensidad, para volver a sentirlas y transformarnos. Al igual que la naturaleza, el Ser humano también tiende a regenerarse, y así es como funciona.

“Todo lo que nos sucede es un reflejo de  cómo nos sentimos por dentro, es un reflejo de nuestro inconsciente.”

La Ayahuasca también puede ayudarnos en este cometido, nos pone en contacto con experiencias que permitan soltar las emociones resentidas, y nos libera de su esclavitud.

El rechazo puede ser consciente o inconsciente, y es la principal motivación que tiene el ego. Cuando tomamos Ayahuasca podemos ver más allá de las experiencias que nos producen rechazo, y trascender de esta manera las limitaciones, pudiendo empezar a disfrutar en las situaciones o ambientes causantes de nuestra neurosis.

Llegados a este punto, uno puede empezar a intuir que la diferencia entre sentirnos muy desgraciados o considerar la vida como algo mágico con un funcionamiento perfecto, según nuestro nivel de conocimiento sobre lo-que-realmente-somos.

Desde esta perspectiva, aquello que calificamos como malo puede que no tenga nada de malo.

Sea por lo que sea, en la actualidad, no son los sabios los que están al mando de enseñarnos como es que tenemos que vivir.

Con este post recordamos que el mundo que percibimos es una proyección de nuestro mundo interior. También, que la manera de transformarnos y eliminar los obstáculos para llegar a los sueños es aplicando la Ley de la atracción, y en la regeneración del Ser, aceptar las emociones, sin poner resistencia. De esta manera, podremos resolver los problemas más fácilmente, al buscar las causas de los mismos en el lugar adecuado, -nuestro interior-, y encaminar nuestra vida mucho mejor aplicando la no – resistencia y el desapego.

Psilocibina en la mejora de la depresión

En este post se habla sobre investigación de la psilocibina en la mejora de la depresión en pacientes diagnosticados de cáncer en fase avanzada.

Y es que el estado psicológico es determinante en la superación de determinadas enfermedades tan graves como el cáncer.

Aquí os dejo el link.

Si deseáis profundizar en la influencia del estado del «alma» sobre la salud de una persona, podéis también consultar el siguiente post.